Garantizar un entorno acústicamente confortable en un comedor escolar es esencial para promover el bienestar de los alumnos y del personal. En los grandes espacios, donde el ruido de fondo y la reverberación pueden comprometer la calidad acústica, es indispensable una intervención específica y bien dirigida.
La cantina del estudio de caso tiene un volumen total de 683 m³ y un tiempo medio de reverberación (Tr) de 2,66 segundos, un valor elevado que provocaba un entorno ruidoso.
Para optimizar la acústica, se instalaron 31 paneles fonoabsorbentes Silente de 120×120×5 cm en las paredes y el techo. Los paneles están disponibles tanto en la versión adherida, fijada mediante un kit de montaje con riel y barras a medida, como en la versión suspendida mediante cables ajustables, lo que permite crear configuraciones flexibles jugando con diferentes alineaciones y alturas. Esta versatilidad permite integrar los paneles de forma flexible y funcional, respondiendo a las necesidades específicas de los entornos escolares.
El siguiente gráfico muestra una mejora del confort acústico: el tiempo medio de reverberación pasa de 2,66 segundos a 1,18 segundos y el nivel sonoro se reduce en 3,51 dB.
Estos resultados demuestran cómo el uso de paneles Silente con aplicación en el techo, en la pared o en combinación puede hacer que el entorno del comedor escolar sea más cómodo y funcional.